lunes, 15 de octubre de 2007

Rojo muerte

¿Por ser un humano no puedo acabar con el?
¿Por ser de mi sangre no puedo matarlo?
Si puedes... pero te lo impiden
la ètica de la sociedad y la tuya propia,
hasta que la locura la enborrone
y cumplas tu sangriento deseo...

Por suerte aparece Él,
con unas manos que acarician, no golpean.
Un cálido pecho que resiste miles de lagrimas,
y unos brazos que envuelven
hasta el ultimo rincón de tu alma.

Esta noche, no tendré pesadillas...

No hay comentarios:

Publicar un comentario